miércoles, 31 de agosto de 2011

TENGO

Todavía tengo tu perfume conmigo, tengo la suavidad de tu rostro recién afeitado sobre mi piel, tengo tus manos tibias entre las mías, tengo tu sonrisa de costado, tu mirada por momentos seria, por momentos pícara.
Tengo tu indecisión en el instante del último abrazo, en el suspiro del último beso, ése que dejaste en mi cuello, en mi ropa, en mi pelo, en mi mejilla, pero no en mi boca como ambos deseábamos y evitamos para protegernos, o para protegerme. Agradecí calladamente el gesto, pero … ¿Por qué no me besaste?
Volví a desnudar mi alma para vos, volví a dejar llorar mis ojos, fui débil otra vez.
Tus palabras… me dijiste que me querías, y yo siento que es así. Más no logro entender por qué, a pesar de todo, no podés estar conmigo.
Y las lágrimas perladas caen otra vez sobre el teclado negro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿QUE OPINAS? ¡QUIERO SABERLO!